Yo soy
el mercurio en la sangre, mi amor,
todo eso que causa dolor,
lo que mata por dentro.
Pero
estás vos para hacerme cambiar,
me das fe en la humanidad;
yo de verdad lo intento.
Nunca
le pedí a mis padres nacer
pero vos me hiciste comprender
que es mejor de este modo.
Y si
me empeño en ver sólo lo peor,
ahí está la voz de la razón
con tu timbre y tu tono.
Yo soy
lo oscuro antes del amanecer;
el miedo infantil a envejecer
que aparece a los cuarenta y dos.
Y vos
sos todo lo que está muy bien,
me dan ganas de verte crecer
y que explotes tu potencial.
Quiero
que pares el tiempo, mi amor,
que construyas un mundo mejor,
a ver si no lo infecto.
¿Sabés?
Lo que sea que quieras, podés;
el planeta se hinca a tus pies
y yo lloro de orgullo.
Gracias
por traerle un poco de luz
a este loco que carga su cruz,
la que nadie le ha puesto.
-es imposible que lo lean con el ritmo que lo pienso, así que no los culpo si les parece una mierda. por cierto, quiero dedicarle esta entrada a mi hermana; si bien no escribí esto pensando en ella (ni en nadie), noté después que los personajes encajan bastante con nosotros: una víctima sin opresor y la mejor persona del mundo-
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