jueves, 26 de abril de 2012

Hola.

 Hola. Hoy siento la necesidad de escribir. Pero no historias, sino contar... No sé qué, contar cualquier cosa, y hablar de la gente en general. Y permítanme decir que la gente, en general, es bastante pelotuda; y que amo cuando la gente, desde el respeto, le marca su idiotez a los demás. Como mi vieja, el otro día:
 Ibamos en auto, volviendo a casa (y como todo aquel que conozca mi casa sabrá, ya que vivo cerca de un importante cruce de vías, a veces mi viaje se encuentra detenido por el paso de un tren); y justo comienza a pasar el tren. Los autos empiezan a hacer fila, quedamos cerca de la mitad de la cuadra. Amontonamiento, autos queriendo pasar por lugares inhóspitos con tal de escapar al embotellamiento, puteadas, y bocinazos. Sobretodo bocinazos. Y no hay nada más irritante que un imbécil atrás de un volante, accionando un elemento que todo lo que hace es molestar a los ajenos, creyendo que así solucionará algo.
 Un minuto. Dos; cinco; casi diez. En el transcurso de esos fatídicos casi 600 segundos el tarado en cuestión no dejó de accionar su claxon -jeje, claxon, me causa la palabra :B-, por lo que al terminar de pasar el tren, mi madre asoma la cabeza por la ventana, y le grita al resto de autos: "Gracias, loco, en serio; muchas gracias por tocar la bocina, ¡de no ser por vos, no terminaba de pasar el tren!", y habiendo roto todos los sarcasmómetros, se metió de nuevo al coche, y continuamos camino.

 Entrando a otro tema totalmente distinto: ¿Soy el único que está HARTO de que, en la calle, la gente primero te mire a los ojos, luego se fije en tu calzado, y después continúe caminando? Gente, les tengo una noticia: ¡YO NO TENGO SUBTÍTULOS, NO ME MIREN LOS PIES! ¿Qué onda, eh? ¿Qué, las zapatillas les van a decir quién soy, o a caso esperan encontrar en mi suela la felicidad eterna? Realmente, me molesta MUCHO (como de seguro habrán notado por el abuso de mayúsculas en este párrafo). Pero, bueno, es la que hay. Yo voy a seguir caminando tranquilo, con la vista en alto; que los ojos me dicen mucho más que cualquier marca de  ropa...

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